Una nueva convivencia

En este primer cuarto del siglo XXI se multiplican las alternativas que redefinen nuestra forma de vivir, trabajar, aprender y jugar. Estamos analizando nuevas formas de diseñar nuestras ciudades, comunidades y hogares que fomentan la preocupación por el bien común en todos los aspectos de la vida cotidiana. La maximización de los recursos y la minimización del consumo excesivo, junto con la creciente tendencia a compartir y reutilizar materiales y servicios, está provocando un cambio radical, contribuyendo a la aparición de una sociedad más racional que adopta la conservación, la regeneración y el bienestar colectivo como valores fundamentales.