Aprovechando la experiencia de los emprendedores mayores

¿Cómo podemos adaptar los espacios habitables a las personas de más edad?

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El proceso de envejecimiento puede compararse a la degradación de los tonos de gris, en la que el oscurecimiento gradual se corresponde con el deterioro físico y cognitivo que se produce con el tiempo. Cada persona necesita diferentes cuidados a lo largo de la vida, en los variados «tonos de gris» por los que pasa. Por lo tanto, el reto es ajustar el entorno de apoyo, en el que el hogar es un elemento clave, a las necesidades de cada momento concreto.

Si bien los avances científicos nos permiten vivir más tiempo, una vida más larga no es sinónimo de calidad de vida. Los modelos actuales de asistencia a las personas de más edad defienden la permanencia en sus hogares frente a las residencias de mayores. Por ello, y para mantener la calidad de vida a pesar del deterioro físico y cognitivo, es necesario alinear tres componentes: la vivienda, el entorno y los servicios de asistencia a la tercera edad.

Aunar construcción y tecnología digital

Hoy en día surgen opciones de diseño de viviendas adaptadas a las consecuencias del proceso de envejecimiento al combinar la infraestructura física y el potencial de la tecnología digital. A pesar de las ventajas evidentes, estos dos mundos nunca se han aunado, quizás debido a sus diferentes velocidades de desarrollo. Mientras que la construcción de un edificio es una actividad más permanente, el componente digital está sujeto a ciclos a corto plazo impuestos por un mercado agresivo de consumo.

El reto es considerar la vivienda de forma orgánica, incluyendo la tecnología digital de manera integral y no simplemente mediante la incorporación de «dispositivos».

El hogar debe estar preparado para comunicarse con el exterior. Llegará el día en que una persona necesite la asistencia de cuidadores formales e informales, por lo que la vivienda tendrá que estar lista no solo para acoger a las personas mayores, sino también para permitir una conexión con los servicios provenientes del exterior. Un ejemplo de esto es la hospitalización en casa, donde la persona mayor puede recuperarse rodeada del confort de su hogar, con claros beneficios desde el punto de vista de la calidad de vida, lejos de potenciales infecciones.

De hecho, las tecnologías de apoyo a un envejecimiento activo y saludable pueden llegar a integrar a la persona, la vivienda, el entorno exterior y los servicios de asistencia. Sin embargo, aunque la digitalización es una oportunidad para situar a la persona en el centro del proceso, para lograr un impacto efectivo es necesario introducir nuevas ideas en el diseño de las viviendas, desarrolladas por equipos que pueden expresar las verdaderas necesidades de las personas de más edad a través de habilidades digitales con una visión a largo plazo. Esto supondría la utilización de tecnologías digitales menos influenciadas por las grandes marcas que imponen sistemas patentados y más centradas en elaborar patrones para el presente y el futuro.

Silver Staters is a project that trains seniors to start their own business and makes them feel useful during the aging process
Silver Starters, un proyecto desarrollado por el LAS en el Instituto Pedro Nunes, capacita a las personas mayores para crear sus propias empresas. Imagen fauxels/Pexels

El empleo de las personas mayores puede activar la “economía plateada”

A pesar del alentador desarrollo de productos dirigidos al «segmento plateado», su éxito no ha sido muy visible. Una de las razones de este fracaso, que no es más que una percepción y no un hecho científico, es la franja de edad en la que se encuentran los equipos dedicados a desarrollar estos productos. Las necesidades de las personas mayores no son fácilmente identificables por aquellos que no son de edad avanzada. Por esa razón, estos productos han sido desarrollados sobre la base de percepciones erróneas, que limitan su implementación y, por consiguiente, su éxito comercial.

Existen dos posibles acciones para revertir esta realidad: la presencia de personas mayores en las diferentes etapas del desarrollo de productos —idealmente integrados en la plantilla de la empresa— y la promoción del espíritu emprendedor de las personas de más edad. El emprendimiento de la tercera edad puede ser entendido como una forma de resolver el problema de la empleabilidad en una sociedad que no es capaz de ajustar el mercado de trabajo a las características específicas de las personas mayores. También se beneficia del importante capital de conocimientos y habilidades acumuladas que pueden ofrecer las personas de más edad a la sociedad. Asimismo, puede ser visto como una forma de garantizar la armonía entre aquellos que desarrollan los productos y los que los utilizan. En otras palabras, si existen más empresas que contratan a personas mayores para desarrollar productos específicos para el «segmento plateado», la probabilidad de su adopción será mucho mayor.

A continuación, enumeramos cuatro ejemplos desarrollados por el Laboratorio de Automatización y Sistemas (LAS) del Instituto Pedro Nunes (IPN), que ilustran cómo la tecnología puede ayudar a mitigar el deterioro físico y cognitivo al integrar a las personas mayores en su hogar y en su entorno.

CaMeLi, Care Me for Life: El objetivo de este proyecto es proporcionar un sistema que simula la forma en la que una persona mayor interactúa, colabora y se comunica con un ayudante humano que entiende sus necesidades y le ayuda a realizar sus actividades diarias en casa, expresando emociones que motivan a la persona mayor a realizar determinadas acciones.

Cogniwin Mouse is a product that helps people to be more competent in digital tasks during the aging process
Cogniwin Mouse, un producto desarrollado por el LAS en el Instituto Pedro Nunes. Imagen © Diana Guardado

Cogniwin, apoyo cognitivo para personas de más edad en el trabajo: esta solución mejora la eficiencia y efectividad en el trabajo de personas mayores a través de diferentes tipos de software de asistencia (ayuda para aprender y asesor de bienestar) y sistemas de control (un ratón inteligente equipado con sensores y un sistema de seguimiento ocular).

Toilet4me: El proyecto Toilet4me proporciona un inodoro inteligente para lograr envejecer de manera saludable. Aborda las necesidades de las personas mayores y de personas de todas las edades con discapacidades y minusvalías a la hora de utilizar un cuarto de baño en entornos públicos o semipúblicos (ej. en centros de día, ayuntamientos, centros comerciales, museos, teatros, hoteles, etc.).

Silver Starters: Casi todos los cursos de emprendimiento van dirigidos a personas jóvenes. En vista de nuestras crecientes opciones de vivir vidas más largas y saludables, cada vez más personas mayores están considerando una segunda carrera basada en empresas de reciente creación, que han demostrado ser beneficiosas para el bienestar y la salud.  Silver Starters llena este vacío y les capacita para crear sus propios negocios, promoviendo una vida saludable y un envejecimiento activo. Este programa va dirigido a desempleados de más de 50 años y jubilados que desean trabajar de nuevo.

En general, la creciente necesidad de asistencia de una población envejecida modificará la forma en la que vivimos en casa, así como la manera en que nuestro hogar está conectado a los diferentes servicios de apoyo. Es esencial, por tanto, que empecemos a trabajar ahora en nuevos enfoques para garantizar una asistencia de calidad sin que los costos sean inasumibles.

Imagen principal: CaMeLi, Ensayos de Care Me for Life, un proyecto desarrollado por el LAS en el Instituto Pedro Nunes. Imagen © Flávia Rodrigues

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